¿Qué creemos y qué sabemos sobre el cáncer?
¿Cuántas veces hemos escuchado: “Estar cerca de los celulares produce cáncer” o “usar desodorantes genera cáncer de mama”? La verdad es que estas y muchas otras afirmaciones, la mayoría de veces, no son ciertas. No hay evidencia científica disponible que sustente lo expuesto anteriormente. Por ejemplo, hasta el momento, no existen estudios que hayan podido asociar un mayor uso de dispositivos electrónicos, como los celulares, con el riesgo de desarrollar cáncer (1, 2, 3). Igualmente, hasta el momento, no hay estudios que demuestren que usar anti-transpirantes produzca cáncer de mama (4). Sin embargo, sabemos que hay muchos otros factores que sí califican como factores de riesgo para desarrollar algún tipo de cáncer: sí existen estudios que asocian el fumar tabaco o exponerse a radiación solar intensa (específicamente a luz UV) con mayor riesgo de desarrollar cáncer (6).
Entonces, la pregunta termina siendo ¿qué, de todo lo que escuchamos, es verdad y qué no? Nos gustaría empezar este artículo con una pregunta primordial. ¿Qué es el cáncer? La Sociedad Americana del Cáncer (ACS por sus siglas en inglés) nos dice que el cáncer es una enfermedad en la cual ciertas células crecen (en cantidad) sin control y desplazan a las células normales (6). Generalmente, la pérdida de control de la división celular (proceso a partir del cual las células se multiplican) ocurre por mutaciones (cambios) en genes que regulan dicho proceso. Las mutaciones más frecuentes en los cánceres ocasionan que aquellos genes que dan lugar a proteínas cuyo rol es promover el crecimiento estén constantemente activas; o que los genes que se encargan de detener el crecimiento celular estén inhabilitados; generando, en ambos casos, un crecimiento descontrolado y exponencial.
Se sabe que hay factores tanto genéticos como ambientales que pueden estar asociados con la presencia de estas y otras mutaciones que inducen el desarrollo de cáncer. Sin embargo, el hecho de que el cáncer sea una enfermedad causada por mutaciones genéticas no significa que todos los tipos de cáncer son heredables. En realidad, sólo entre un 5 a 10 % de cánceres son heredables. Esto es conocido como “cáncer familiar”, cuando un individuo obtiene de sus antecesores un gen con una mutación específica, lo cual lo pone en mayor riesgo de desarrollar cierto tipo de cáncer. La mayoría de tipos de cáncer (90-95%) son no-hereditarios y son también llamados “espontáneos”. Pero, ¿qué significa esto realmente? Esto implica que la mutación en un gen o genes ocurrió durante la vida de la persona como resultado del envejecimiento o la exposición a factores medio-ambientales (como el tabaco o radiación solar) (12). Y aquí pueden aparecer distintas preguntas. ¿Si tengo familiares cercanos que padecen o han padecido de cáncer, definitivamente, tendré cáncer? Pues, no necesariamente. Como ya se mencionó, la mayoría de tipos de cáncer no son hereditarios. Y, ¿si nadie en mi familia ha tenido o tiene cáncer, yo tampoco lo tendré? Lamentablemente, esto tampoco es cierto dado que la mayoría de cánceres son espontáneos.
Otro dato curioso es que existen otros tipos de cáncer donde las mutaciones en ciertos genes son potenciadas por una infección, ya sea viral o bacteriana. Por ejemplo, el caso de la infección del estómago por la bacteria Helicobacter pylori es de especial interés. Se ha encontrado que la presencia de esta bacteria sería un factor de riesgo para desarrollar cáncer gástrico. Aparentemente, la elevada inflamación y daño en la zona de la infección lleva a una alta renovación de células del epitelio gástrico, habiendo mayor probabilidad de generar mutaciones en las células. ¿Qué genes son los más afectados en este caso? Particularmente, el gen p53 y p27, ambos genes supresores de tumores (que cuando están mutados, generan una proliferación celular descontrolada) (7). Asimismo, el Virus del papiloma humano (VPH) es un factor de riesgo para el desarrollo de cáncer cervical (o de cuello uterino, aunque también vaginal, anal, entre otros). Este virus infecta células del epitelio y, además, puede ser transmitido sexualmente. Cuando el virus ingresa a la célula epitelial, comienza a producir las proteínas que su genoma (conjunto de genes de cada célula) codifica. Estudios han encontrado que dos de estas proteínas interfieren con la regularidad de ciertas funciones celulares (activando, en desmedida, otras proteínas involucradas en el proceso de división celular), generando una proliferación descontrolada de las células (11). El crecimiento descontrolado puede aumentar también la probabilidad de generar mutaciones en las células, terminando finalmente en el desarrollo de un tumor. Entonces, ¿el cáncer será contagioso? La mayoría de tipos de cáncer no lo es. Sin embargo, lo que puede ocurrir es que alguien contraiga una infección bacteriana o viral, lo cual (según lo descrito anteriormente) aumentaría su riesgo a desarrollar alguno de los cánceres que acabamos de mencionar.
¿Qué otros factores predisponen a una persona a desarrollar cáncer? Existen estudios donde se ha descrito que el uso de tratamientos hormonales es uno de ellos (9), asociados principalmente con el desarrollo de cáncer de mama y cáncer cervical. Se ha estimado que aquellas mujeres que alguna vez en su vida tomaron anticonceptivos orales (los cuales tienen hormonas como el estrógeno) tienen un riesgo mayor de desarrollar cáncer de mama y cervical con respecto a aquellas mujeres que nunca han llevado este tratamiento (8, 10). Asimismo, otro estudio asocia el consumo de anticonceptivos orales con altas dosis de estrógeno a un mayor riesgo de cáncer (13).
Entonces, ¿qué es lo más importante que debemos recordar? Es probable que continúamente se declare que se ha encontrado una asociación entre un alimento o factor externo y el cáncer, sin embargo, lo primero que debemos reconocer es que estamos hablando de una enfermedad multifactorial. Como hemos visto, existen factores tanto genéticos como ambientales que pueden, o no, desencadenar un tipo de cáncer al aumentar la predisposición de la persona. Pero, particularmente para aquellos factores que aún no han demostrado ser causales directos de este tipo de enfermedades, nos basamos en probabilidades. Es por esto que cuando escuchen que alguien menciona que tal o cual compuesto causa cáncer, una medida más acertada sería pedir la evidencia a partir de la cual estas personas se basan para hacer semejantes afirmaciones y a partir de ahí sacar conclusiones. La gran mayoría de veces, la evidencia que estas personas utilizan no es concluyente.
Finalmente, existen muchos esfuerzos por intentar entender un poco más esta enfermedad y poder así encontrar una solución. Todos los tipos de cáncer son distintos; incluso una sola persona puede tener distintos tipos de cáncer al mismo tiempo. Es por este motivo que es tan difícil dar terapias que sean específicas y efectivas. Así como la mayoría de cosas que se escucha como causas del cáncer son poco ciertas, la mayoría de cosas que se dice sobre posibles curas para el cáncer también lo son. Sin lugar a dudas, hace falta mucha más investigación al respecto.
Figura 1.- Capacidades necesarias para el crecimiento tumoral y progresión de la enfermedad, y los blancos terapéuticos de potenciales tratamientos contra el cáncer (14)
Referencias
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