¿Qué hay detrás de los batidos detox?
La gran mayoría de nosotros debe haber escuchado acerca de estas dietas/batidos detox en algún momento. Si no lo habíamos escuchado de seguro nos hemos topado con publicidad engañosa de páginas naturistas que prometen desintoxicar nuestro cuerpo (particularmente nuestro colon) con mezclas de hortalizas o productos milagrosos. Según estas personas, el estilo de vida occidental consta cada vez más del consumo de alimentos con, según se les conoce, químicos (¿sabrán lo que es H2O?) que se van acumulando en nuestro organismo para causarnos desde malestares a enfermedades mortales. El gran inconveniente es que estas premisas carecen de (ni siquiera hablemos de evidencia científica) un entendimiento básico en fisiología y bioquímica. Entonces, NoisyScience, ¿me están diciendo que personas totalmente ajenas a PubMed ganan dinero así? Tristemente, sí. Pero, no se preocupen, en este artículo haremos lo posible por esclarecerles esta situación.
En primera instancia, ¿qué es una toxina? Lo escuchamos a menudo, sin embargo, parece que hoy en día todo puede ser tóxico y, efectivamente, así es. Por ejemplo, el agua puede ser tóxica para nosotros si es que esta supera un consumo paralelo de electrolitos (4-5 litros en 2-3 horas) (1). En pocas palabras, una dosis elevada de agua puede diluir la concentración de electrolitos a nivel intra-y-extracelular a tal ritmo que puede, posiblemente, causar nuestra muerte. Entonces, si la dosis hace a un compuesto tóxico o no, ¿deberíamos preocuparnos por todo aquello que está listado en los ingredientes del alimento? Si obviamos una “posible” conspiración entre las grandes industrias alimentarias y sus respectivos fiscalizadores, no hay de qué preocuparnos.
Pero, NoisyScience, en el hipotético caso de que todo lo que comamos no respete los límites permisibles de ciertos componentes alimenticios, ¿los batidos detox no son mi solución? Lamentamos (…not!) informarles que no. Afortunadamente, nuestro saludable y funcional cuerpo (en personas con problemas hepáticos podría no ser así) es capaz de encargarse de estos tóxicos. Parafraseando un poco lo que dice Examine.com (les recomendamos visitar esta página): la toxicidad aguda, probablemente, implicaría una emergencia médica, mientras que la toxicidad crónica sería algo con lo que un cuerpo bien nutrido lidiaría, no uno debilitado por una dieta compuesta por ‘infusiones de pimienta con limón’ (2). Precisamente, el rol de nuestro hígado (mediado principalmente por el citocromo p450) en el metabolismo de compuestos potencialmente tóxicos, particularmente metabolitos originados por el consumo de fármacos, es crucial (3). Igualmente, nuestros riñones tienen la responsabilidad de filtrar desechos provenientes de la sangre y excretarlos a través de la orina por mecanismos, sobretodo, tubulares (4).
Si las famosas dietas detox son el reflejo de un área que, irónicamente, está ganando cada vez más y más seguidores, ¿dónde están las revisiones respectivas? Pues, a fines del año pasado se publicó un estudio que revisó la literatura más pertinente hasta el momento (5). Curiosamente, los programas detox evaluados en esta investigación no indican ser anti-tal o cuál toxina, simplemente alegan ser desintoxicantes en general. En aquellos estudios que mostraron mejoras relativas en la desintoxicación hepática, la experimentación fue con ratas; y en aquellos realizados en humanos la muestra no excedía los 28 participantes (lo sabemos, bastante representativa, ¿no?). El estudio cierra con la siguiente preocupación, la cual esperamos ustedes compartan: los principales riesgos de las dietas detox están asociados con una severa restricción energética y una inadecuación nutricional.
¿Por qué se dice esto? Muchas dietas detox recomiendan el reemplazo de comidas importantes del día por un batido o mezcla de frutas y/o verduras. Si bien estas son una grandiosa fuente de vitaminas y minerales, así como de fibra dietaria y otros azúcares; reemplazar comidas prolongadamente puede ser peligroso de manera indirecta. La privación de ciertas proteínas (sí, también es importante la proteína animal), grasas (de distintas fuentes) y carbohidratos; así como la incapacidad de estas dietas para alcanzar el requerimiento calórico diario de una persona, conllevan a deficiencias nutricionales que, finalmente, hacen más daño que bien. Más aún, el estar catalogados como “dietas milagrosas” puede llevarnos a pensar que únicamente algo que no es lo que dice ser, necesita llevar un nombre tan pomposo para compensar tremenda falacia.
En definitiva, ¿qué hay de los detrás de los regímenes detox? ¿La cruda verdad? Nada bueno.
Consejo de NoisyScience: Todo exceso tiene consecuencias negativas. Mantén una alimentación balanceada, es decir, consume una variedad de fuentes alimenticias que otorguen carbohidratos, grasas y proteínas en cantidades óptimas y relativas a tú organismo (énfasis en el tú) y ejercítate. Así, nunca más tendrás que recurrir a “dietas milagrosas” y además, ¡ahorrarás dinero!
“There’s no quick fix; nurturing your health is a long-term endeavor” (2)
Referencias:
Dolan Lc, Matulka RA, Burdock GA. Naturally Occurring Food Toxins. Toxins (Basel). 2010 Sep; 2(9): 2289–2332.
Patel K. Detoxes: an undefined scam. Examine.com. 2016. En: https://examine.com/blog/detoxes-an-undefined-scam/
Grant DM. Detoxification pathways in the liver. J Inherit Metab Dis. 1991;14(4):421-30.
Masereeuw R, Mutsaers HA, Toyohara T, Abe T, Jhawar S, Sweet DH, Lowenstein J. The kidney and uremic toxin removal: glomerulus or tubule? Semin Nephrol. 2014 Mar;34(2):191-208.
Klein AV, Kiat H. Detox diets for toxin elimination and weight management: a critical review of the evidence. J Hum Nutr Diet. 2015 Dec;28(6):675-86.