¿Cómo funciona la quimioterapia?
Muchas de las formas de quimioterapia tienen como objetivo eliminar las células en división. Esto se basa en el hecho de que es altamente probable que las células cancerosas se estén dividiendo a un ritmo descontrolado, a comparación de las células normales. Sin embargo, es importante mencionar que la acción de la quimioterapia no es específica, es decir, no afecta solamente a las células cancerosas, sino también las normales. (1).
Para entender cómo funcionan algunos de los agentes quimioterapéuticos, entonces, es importante entender el ciclo celular.
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En primer lugar, las células que aún no se están dividiendo se encuentran en la fase “G0”. Pero, cuando comienzan el ciclo celular, lo primero que ocurre (G1) es que la célula incrementa su tamaño y se prepara para duplicar su ADN. Ya en la fase “S” (de síntesis), se logra este cometido y se duplica el material genético. En “G2” ocurre una segunda fase de crecimiento antes de la división celular, la cual se conoce como fase “M” (mitosis), donde los cromosomas (aquellos que contienen el material genético) se separan y la célula se divide (2). Es así como se completa el ciclo celular.
Ahora que sabemos esto, ¿Cómo funcionan los agentes anti-cancerígenos? Por ejemplo, la droga metotrexate ataca células en proliferación que se encuentran en la fase “S” del ciclo celular, ya que su acción inhibe la síntesis de ADN. De la misma manera, hay otros medicamentos que atacan otras fases del ciclo celular, con el fin de impedir que la célula se duplique (3).
Sin embargo, no todos los medicamentos para combatir el cáncer están dirigidos a detener alguna de las fases del ciclo celular. Hay drogas cuya acción es independiente del ciclo celular, y tienen el mismo efecto sobre células normales como cancerígenas. Algunos de estos se unen fuertemente a ácidos nucleicos (los componentes del ADN) o a proteínas, inhibiendo o cambiando la actividad de estas moléculas lo que genera que la célula no pueda funcionar correctamente y muera. Otros agentes se intercalan en el ADN, impidiendo que la célula pueda generar nuevo ADN, ARN o sintetizar proteínas necesarias para su correcto funcionamiento, causando, igualmente, la muerte celular.
Algunos tipos de cáncer se caracterizan por la presencia de mutaciones que generan que algunas proteínas estén constantemente activadas, teniendo como resultado final una proliferación errática. Un ejemplo de estas proteínas son las tirosina-quinasas, las cuales tienen como función agregar un grupo fosfato a otra molécula de modo que esta última se “active” y puede funcionar correctamente. El problema está en que las mutaciones en tirosina-quinasas no solo las mantiene constantemente activas (como en la proteína de fusión BCR-ABL en Leucemias mieloides crónicas, principalmente), sino que además esta cascada mantiene a otras vías de señalización funcionando permanentemente. El tratamiento para este tipo de cáncer es el uso de inhibidores de tirosina-quinasas, como es el caso del Imatinib. Esta droga es capaz de eliminar a las células cancerosas ya que apaga las tirosina-quinasas, impidiendo que su proliferación descontrolada siga ocurriendo. Si bien este fármaco es uno de los primeros en ofrecer un tratamiento cáncer-específico (ya que la proteína de fusión BCR-ABL no se encuentra en pacientes sanos), también tiene acción sobre la proteína ABL de células normales. Sin embargo, estas células generalmente tienen mecanismos (otras vías con el mismo resultado) que les permiten suplir la falta de esta vía de señalización específica (4).
Mencionamos anteriormente que la quimioterapia generalmente no es específica de las células cancerosas. Lo cual significa que también mata a las células normales que están en división. Entonces, ¿qué efectos negativos trae esto? Precisamente, los efectos secundarios de las quimioterapias son causados porque aquellos tejidos normales que están en constante división como la piel, la médula ósea, los folículos pilosos (que dan crecimiento al cabello), el revestimiento del aparato digestivo, la mucosa que recubre la boca y la garganta, entre otros; son perjudicados. Algunos de los efectos secundarios más comunes son la pérdida de cabello, baja producción de células de la sangre (por afectar la médula ósea), piel seca, más sensible a la luz, o sentir dolor y picazón (5).
¿Algunas recomendaciones para sobrellevar estos efectos secundarios? Evitar la exposición intensa a la luz solar, usar jabones que no contienen alcohol, perfumes o colorantes, tomar baños con agua fría o tibia (en vez de agua caliente), mantener hidratada la piel y el organismo (tomar abundante agua), pedirle al médico que recete algún tratamiento para las náuseas en caso de que sean muy frecuentes, entre otros.
Referencias:
1.- PubMed Health. How does chemotherapy work? Extraído de: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmedhealth/PMH0072611/. 2016.
2.- Alberts et al. Molecular Biology of the Cell. Garland Science, 4th edition. 2002
3.- Payne & Myles. Mechanisms of anticancer drugs. Chapter 4. Scott-Brown's Otorhinolaryngology: Head and Neck Surgery. 7th ed.
4.- Iqbal & Iqbal. Imatinib: A breakthrough of targeted therapy in Cancer. Chemotherapy Research and Practice. Vol 2014.
5.- Cancer Research UK. Side Effects of cancer drugs. Extraído de: http://www.cancerresearchuk.org/about-cancer/cancers-in-general/treatment/cancer-drugs/side-effects/. 2016.