¿Qué podría pasar si no consumimos fibra?
Como mencionamos en un artículo previo, la microbiota es definida como la totalidad de microorganismos (bacterias, hongos, viruses, protozoarios y arqueas) que colonizan un lugar en particular. En este caso, el tracto gastrointestinal (1). Debemos recordar que una fuente altamente nutritiva para aquellos microorganismos que habitan en el segmento final de nuestro colon es la fibra dietaria. Sin embargo, aunque la ingesta recomendada de este nutriente sea 14 gramos por cada 1000 kilocalorías ingeridas, el consumo de ésta se ha venido reduciendo progresivamente desde la era industrial (2). Las preguntas que saltan entonces son: ¿qué ocurre con nuestra microbiota cuando no tiene una fuente adecuada de fibra? ¿qué consecuencias tiene esta problemática sobre nuestra fisiología? Es en este panorama que, hace menos de una semana, un grupo de científicos publicó en la revista Cell un artículo sumamente interesante en el que describen los efectos, en ratones, de una microbiota carente de fibra (3).
¿Qué fue lo primero que hicieron estos investigadores? Empezaron el experimento con ratones genéticamente modificados para que estén libres de gérmenes (comúnmente conocidos como animales gnotobióticos). Luego, se les trasplantó una microbiota en su tracto digestivo que simulaba con exactitud las bacterias que nosotros encontraríamos en nuestra microbiota gastrointestinal. Al separar a estos ratones en tres grupos (dieta rica en fibra, libre en fibra o baja en fibra), se logró comparar los efectos del consumo de fibra en la microbiota y, consecuentemente, en el colon de estos animales. Los resultados preliminares indicaron que en aquellos ratones que no consumían fibra, el revestimiento del colon o también denominado mucosa intestinal (principal defensa frente a patógenos entéricos, es decir, aquellos que suelen habitar en el intestino) se encontraba más delgada.
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Figura 1: Extraído de Desai et al (3)
A partir de estos resultados, los investigadores analizaron si la microbiota que, inicialmente había sido la misma en todos, había cambiado entre estos grupos de ratones. Curiosamente, se dieron con la sorpresa que en dos grupos (carente y bajo en fibra) las cepas bacterianas que predominaban eran aquellas que para alimentarse eran capaces de producir enzimas cuyo sustrato son glucoproteínas. ¿Cuál es la relación? Pues, estas glucoproteínas son, precisamente, aquellas que forman la mucosa intestinal. ¿Qué significa esto? La microbiota de estos animales se estaba alimentando de elementos que conforman el revestimiento del colon. Con estos resultados, se prosiguió a infectar a los ratones con alguna bacteria que suela ubicarse en el intestino de los ratones y que además sea patógena. En este caso, se trabajo con el equivalente de lo que sería Escherichia coli en humanos, Citrobacter rodentium (bacteria que comparte varios mecanismos patogénicos con E. coli). ¿Qué se observó? En los grupos cuya mucosa había sido debilitada por una falta de fibra, se generaba un mayor acceso epitelial por lo que los ratones se volvían más susceptibles a la infección por C. rodentium y a desarrollar una colitis (inflamación del colon) letal debido al patógeno.
En definitiva, estos resultados, si bien obtenidos a través del trabajo con ratones, nos dan mayores indicios sobre por qué existen diversos grados de susceptibilidad frente a una variedad de patógenos a los que nos exponemos. Igualmente, nos demuestra la importancia del consumo de fibra, particularmente al ser un sustrato vital de algunas bacterias que inhiben el crecimiento descontrolados de otras bacterias capaces de perjudicar la integridad de nuestro colon. ¿Nuestro consejo? Al observar un ejemplo concreto del efecto de la dieta sobre nuestra microbiota y, a su vez, sobre la susceptibilidad a enfermarse, les recomendamos mantener el consumo diario de fibra dietaria a 14g por cada 1000kcal.
Referencias:
Jandhyala SM et al. Role of the normal gut microbiota. World J Gastroenterol. 2015 Aug 7; 21(29): 8787–8803.
US Department of Agriculture (USDA), US Department of Health and Human Services. Dietary Guidelines for Ameri- cans. Washington, DC: USDA; 2005.
Desai MS et al. A Dietary Fiber-Deprived Gut Microbiota Degrades the Colonic Mucus Barrier and Enhances Pathogen Susceptibility. 2016 Nov 17; 167(5): p1339-1353