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Alexandra Prado

Los anticonceptivos hormonales y el cáncer

El control de la natalidad es indispensable en estos tiempos. Para ello, existen diversos métodos anticonceptivos como, por ejemplo, los anticonceptivos hormonales. Sin embargo, éstos han sido relacionados al desarrollo de cáncer en mujeres. En este artículo les precisaremos los mitos y las verdades sobre esta controversial aseveración.


En primer lugar, ¿qué son los métodos anticonceptivos hormonales? Estos constan de hormonas sintéticas similares a las que el cuerpo femenino produce naturalmente. Uno de los más empleados debido a su efectividad y reversibilidad son los anticonceptivos orales. Entre ellos se encuentran las píldoras combinadas, las cuales contienen equivalentes a progesterona (evita la maduración del folículo, es decir, previene la ovulación) y estrógeno (mejora el control del ciclo, ayuda a prevenir la ovulación y actúa como factor estimulante en el crecimiento celular de las glándulas mamarias), y las minipíldoras que contienen únicamente progesterona sintética (1).


Los órganos reproductores femeninos son sensibles a las hormonas sexuales, ya que las células que los componen contienen receptores para éstas. Por ejemplo, en ciertas hormonas como el estrógeno, el mecanimo de acción es inducido cuando se da la unión entre el receptor y la hormona, esta última viaja al núcleo de la célula, donde se encuentra el ADN, y promueve la síntesis de proteínas específicas para ese tejido. ​

​Entonces, la pregunta persiste, ¿los anticonceptivos hormonales realmente podrían causar cáncer? En teoría, una exposición mayor y más prolongada a estas hormonas podría aumentar el riesgo de cáncer, sin embargo, la literatura científica no muestra una consistencia que avale esta premisa.


En el caso del cáncer de mama, existen muchos factores que pueden incrementar la exposición hormonal como: empezar a menstruar a una edad temprana o tener una menopausia tardía. Debido a que las píldoras contienen hormonas sexuales sintéticas que podrían causar el desarrollo de las estructuras básicas de la glándula mamaria (2), se realizaron numerosos estudios para determinar la relación entre el uso de estas píldoras y el cáncer de mama. La mayoría de estos estudios revelaron un ligero aumento del riesgo de cáncer de seno en las mujeres que usaron píldoras anticonceptivas en comparación a las que nunca usaron la píldora (3, 4, 5). Sin embargo, otros estudios demostraron que el uso de anticonceptivos hormonales no incrementa el riesgo de cáncer de mama (6).


Existen también otros órganos que podrían verse perjudicados por el consumo de anticonceptivos hormonales, como el hígado, donde sólo se ha demostrado un mayor riesgo de tumores benignos en las pacientes que tomaron píldoras (7). Mientras que el cáncer de cuello uterino en su mayoría es causado por infecciones por el Virus Papiloma Humano (VPH), se encontró que el uso de anticonceptivos orales podría alterar la susceptibilidad de las células del cérvix a esta infección (8) incrementando el riesgo a desarrollar cáncer cervical (9). Por otro lado, se ha visto que el uso de anticonceptivos hormonales tiene un efecto protector contra el cáncer ovario (10, 11) y endometrio (12).


Referencias:

  1. Speroff L, Darney PD. "Oral contraception". A clinical guide for contraception (5th ed.). Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins 2011; pp. 19–152. ISBN 978-1-60831-610-6.

  2. Hallam SZ, Osuch JR. Hormones and Breast Cancer in Post-Menopausal Women. IOS Press 2006; p. 69. ISBN 978-1-58603-653-9.

  3. Hunter DJ, Colditz GA, Hankinson SE, et al. Oral contraceptive use and breast cancer: a prospective study of young women. Cancer Epidemiology Biomarkers and Prevention 2010; 19(10):2496–2502.

  4. Brinton LA, Daling JR, Liff JM, et al. Oral contraceptives and breast cancer risk among younger women. Journal of the National Cancer Institute 1995; 87(13):827-835.

  5. Collaborative Group on Hormonal Factors in Breast Cancer. Breast cancer and hormonal contraceptives: collaborative reanalysis of individual data on 53,297 women with breast cancer and 100,239 women without breast cancer from 54 epidemiological studies. Lancet 1996; 347(9017):1713–1727.

  6. Marchbanks PA, McDonald JA, et al. Oral Contraceptives and the Risk of Breast Cancer. N Engl J Med 2002; 346:2025-2032

  7. La Vecchia C, Tavani A, et al. Female hormones and benign liver tumours. Digestive and Liver Disease 2006; 38(8):535–536.

  8. IARC Working Group on the Evaluation of Carcinogenic Risks to Humans. Combined estrogen-progestogen contraceptives and combined estrogen-progestogen menopausal therapy. IARC Monographs on the Evaluation of Carcinogenic Risks to Humans 2007; 91:74–84.

  9. International Collaboration of Epidemiological Studies of Cervical Cancer, Appleby P, Beral V, et al. Cervical cancer and hormonal contraceptives: collaborative reanalysis of individual data for 16,573 women with cervical cancer and 35,509 women without cervical cancer from 24 epidemiological studies. Lancet 2007; 370(9599):1609–1621.

  10. Hankinson SE, Colditz GA, Hunter DJ, et al. A quantitative assessment of oral contraceptive use and risk of ovarian cancer. Obstetrics and Gynecology 1992; 80(4):708–714.

  11. Centers for Disease Control and Prevention and the National Institute of Child Health and Human Development. The reduction in risk of ovarian cancer associated with oral-contraceptive use. The Cancer and Steroid Hormone Study of the Centers for Disease Control and the National Institute of Child Health and Human Development. New England Journal of Medicine 1987; 316(11):650–655.

  12. Emons G, Fleckenstein G, Hinney B, Huschmand A, Heyl W. Hormonal interactions in endometrial cancer. Endocrine-Related Cancer 2000; 7(4):227–242.

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