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Victor Zegarra

Las verdades sobre la alimentación alcalina



En los últimos años, la revolución de las dietas alcalinas ha llegado a causar un grande pero peligroso impacto mediático a nivel mundial. Desde gurúes vendiendo libros sobre los beneficios de este tipo de dietas hasta empresas enfocándose en la venta de agua con pH alcalino, la publicidad que se está generando es cada vez más preocupante. Aparentemente, hoy en día, hablar sobre algo alcalino parece ser sinónimo de estar hablando de algo que va a ayudarnos tremendamente. Según aquellos que hablan de las dietas alcalinas, en estos tiempos en los cuales la “comida chatarra” y el estrés del día a día acidifica nuestro cuerpo (disminuye nuestro pH), este tipo de dietas son indispensables para lograr balancear el pH nuevamente. Sin embargo, ¿algo de esto será cierto? Como declaró Giles Yeo, bioquímico de la universidad de Cambridge, pensar que consumiendo alimentos alcalinos lograremos modificar nuestro pH hace omisión al hecho de que el pH de nuestro estómago es naturalmente ácido (1.5-3) por la secreción de ácidos gástricos. Esto quiere decir que si esta agua o estos alimentos son “alcalinos”, al entrar en el estómago esto deja de importar ya que serán degradados por el ácido clorhídrico que naturalmente compone (junto a otros compuestos) el ácido gástrico.


Además, algo que ninguna de estas empresas o gurúes cuenta es que nuestro cuerpo cuenta con amortiguadores fisiológicos que se encargan de impedir que el pH fluctúe fuera de valores saludables. Pero, ¿qué pasa si estos amortiguadores no son suficientes? Pues, si una persona realmente tuviese el “pH desbalanceado” esto podría deberse a dos condiciones clínicas: acidosis o alcalosis metabólica. Recalquemos las dos palabras importantes aquí: condiciones clínicas. Y, ¿una botella de agua con un pH de 8.49 sería la mejor alternativa para salir de este problema clínico? Si el pH está peligrosamente bajo o alto es porque algún proceso fisiológico no está funcionando adecuadamente y debe ser visto y tratado por un médico especialista y no por publicidades engañosas que utilizan a celebridades en vez de artículos científicos para lucir más convincentes. Entonces, ¿estos productos o estas dietas me harán daño? Tomar agua y consumir más verduras no es inherentemente dañino, lo que sí es potencialmente peligroso es poner en riesgo a la población haciéndole creer que con una actitud positiva y una botella de agua un serio problema de salud puede ser controlado.


¿Quién es Naima Houder-Mohammed y por qué es relevante en esta historia? Esta mujer, capitana del ejército británico, fue diagnosticada con cáncer de mama terminal en el 2012 y falleció meses después ese mismo año. Robert Young, uno de los gurúes de las dietas alcalinas, “brindó cuidado” a Naima durante sus últimos meses de vida en su conocido “Rancho milagroso” donde por una cómoda cuota de aproximadamente 80,000 dólares procedería a curarla de todos sus males. Si bien esta enfermedad era terminal, el tratamiento de Young, en vez de contribuir a mejorar, en lo posible, la calidad de vida de Naima, solamente comprometió su sistema inmune y aceleró su deterioro. ¿En qué consistía el tratamiento? Básicamente, Young decía que incrementando el consumo de verduras y acompañando esto con dosis inyectables de bicarbonato de sodio ayudaría a mejorar el pH de sus “pacientes” y los curaría de cualquier enfermedad. Actualmente, Young se encuentra enfrentando dos cargos por practicar medicina sin una licencia y está siendo investigado por la muerte de Naima y otra mujer más, Genia Vanderhaeghen.


En definitiva, si bien las dietas y el consumo de agua alcalina no son inherentemente dañinas, no existe evidencia científica seria que justifique la promoción de su consumo para el tratamiento de enfermedades como el cáncer (4). Entonces, si no son dañinas, ¿por qué tanto alboroto? El riesgo de permitir publicidades ambivalentes y engañosas en cuestiones de salud es muy elevado y debería estar más regulado. Un vaso de agua no le hace daño a nadie, sin embargo, si una persona que se encuentra en una acidosis o alcalosis metabólica piensa que con este vaso de agua, una ensalada y una buena actitud todo estará bien y, por este motivo, decide no ir con un médico, entonces, la salud de esta y posiblemente muchas otras personas, estaría en peligro.


Consejo de NoisyScience: No existen recetas milagrosas ni productos mágicos para "balancear" nuestro pH. Si nuestro pH estuviese "desbalanceado" (una condición clínica peligrosa) nuestra mejor alternativa es ir a un médico y no perder nuestro dinero en productos fraudulentos. Mantengámonos informados y no permitamos que la publicidad maliciosa de ciertas empresas logren aprovecharse de nuestro bolsillo.



Referencias:

  1. Marieb EN, Hoehn K (2010). Human anatomy & physiology. San Francisco: Benjamin Cummings.

  2. BBC Mundo. 2017. Visto en: http://www.bbc.com/mundo/noticias-38680142

  3. Press Reader. 2017. Visto en: http://www.pressreader.com/south-africa/daily-dispatch/20170124/281801398673903​

  4. Fenton TR, Huang T. Systematic review of the association between dietary acid load, alkaline water and cancer. BMJ Open. 2016; 6(6): e010438.

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