La microbiota humana: un mundo invisible dentro de nosotros
La microbiota humana está conformada por un conjunto de microorganismos que incluye bacterias, arqueas, protistas y virus, los cuales se encuentran en diferentes partes del cuerpo de una persona sana, como la piel, los intestinos, la vagina, pulmones etc. Se sabe que estos microorganismos no son nocivos para nosotros, por lo contrario, son esenciales para el mantenimiento de nuestra salud. Algunas de sus funciones son: producir algunas vitaminas que no podemos generar, procesar algunos alimentos para extraer nutrientes que nuestro cuerpo requiere, entrenar a nuestro sistema inmune para que sepa reconocer microorganismos invasores nocivos, y hasta producir compuestos antiinflamatorios que ayudan a combatir microorganismos infecciosos (1).
En el año 2008, el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (NIH) estableció el Proyecto del Microbioma Humano (HMP), con el fin de caracterizar genéticamente la microbiota humana y estudiar su rol en la salud y enfermedad. Los investigadores que participaron en este proyecto crearon una base de datos de referencia a partir de individuos humanos saludables y establecieron los límites de la variación microbiana normal en los seres humanos, haciendo uso de técnicas de secuenciamiento del genoma. Además, se calculó que el ecosistema humano está ocupado por más de 10 000 especies de microorganismos y se ha logrado identificar entre el 81 al 99 % de los géneros. Algunos de los hallazgos más importantes de esta iniciativa son los siguientes (2):
El número de genes de estos microorganismos que contribuyen con la supervivencia humana es mayor que los genes del ser humano. De hecho, se estima que los genes bacterianos que codifican proteínas son 360 veces más abundantes que los genes humanos.
Las actividades metabólicas microbianas, como por ejemplo la digestión de grasas, no siempre son llevadas a cabo por la misma especie de microorganismos. Aparentemente la presencia de la actividad metabólica es más importante que quién la realiza.
Los componentes de la microbiota humana cambian con el tiempo, y pueden verse afectados por la presencia de alguna enfermedad y la medicación. Sin embargo, eventualmente la microbiota regresa a su estado de equilibrio.
¿Cuál es el origen de la microbiota? ¿Acaso nacemos con ella? Hasta hace poco se creía que el feto se desarrollaba en un ambiente estéril y que, al momento de nacer, este se veía expuesto a los microorganismos del tracto genital de su madre y del ambiente. Sin embargo, en investigaciones más recientes se ha visto que la placenta podría estar colonizada por ciertos microorganismos que conformarían la flora inicial del feto. Anteriormente se pensaba que la presencia de microorganismos en la placenta estaba relacionada con la incidencia de partos pre-término, pero actualmente también se ha reportado la presencia de microorganismos en embarazos normales (3). Se cree que lo primero que se coloniza es la piel, seguida por el área bucofaríngea, el aparato digestivo y otras mucosas. Asimismo, algunas bacterias que colonizan el tracto digestivo del recién nacido provienen de la leche materna y son productoras de ácido láctico (4,5).
Si deseas saber más sobre la microbiota gastrointestinal humana, te invitamos a leer un artículo previo de Noisy Science en el que se discuten los últimos avances en la investigación de este campo. Asimismo, si te interesa conocer más sobre el Proyecto del Microbioma Humano y explorar otras áreas de la microbiota humana, te invitamos a visitar la siguiente página web:
Referencias
Sherwood, Linda; Willey, Joanne; Woolverton, Christopher. Prescott's Microbiology,9th ed. New York: McGraw Hill. (2013) pp. 713–721
NIH Human Microbiome Project defines normal bacterial makeup of the body. (2012) NIH News.
Stout, M.J., Conlon, B., Landeau, M., Lee, I., Bower, C., Zhao, Q., Roehl, K.A., Nelson, D.M. et al. Identification of intracellular bacteria in the basal plate of the human placenta in term and preterm gestations. Am J Obstet Gynecol (2013) 208, 226.e1-7.
Patrick R. Murray; Ken S. Rosenthal; Michael A. Pfaller. Flora microbiana comensal y patógena en el ser humano. Microbiología Médica 6 Ed. España: Elsevier-Mosby. (2009) pp. 73-76.
Mackowiak, PA. The normal microbial flora. New England Journal of Medicine (1982) 307 (2): 83-93