Los tiburones y el cáncer
Hace unas semanas, vi un post en el que decían que los tiburones son inmunes al cáncer. Me pareció una aseveración bastante importante como para ser dicha sin mayor explicación. Entre los comentarios, vi que algunos lectores se preguntaban por qué no se investigaba la razón y así se aplicaban los conocimientos a los casos de cáncer humano. A todo esto, yo soy una estudiante de doctorado que investiga en cáncer de pulmón, por lo que el tema me llamo mucho la atención y decidí hacer un poco de investigación al respecto. Aquí les traigo unos cuantos datos que encontré para desmentir y aclarar algunos mitos que existen sobre los tiburones y el cáncer.
“Los tiburones no desarrollan cáncer”: FALSO. Este mito empezó en los años 70, cuando los investigadores Jenry Brem y Judah Folkman de la Universidad John Hopkins notaron que el cartílago prevenía el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos, proceso conocido como angiogénesis (1). La creación de nuevos vasos sanguíneos es una de las características claves en el desarrollo de tumores malignos, ya que las células cancerígenas se encuentran en constante crecimiento y requieren grandes cantidades de nutrientes para seguir dividiéndose. Por otro lado, también se creía que los tiburones tenían una baja prevalencia de cáncer, por lo que el investigador Carl Leur de Mote Marine Laboratories en Saratosa (Florida), expuso tiburones a altos niveles de aflatoxina B, un agente carcinogénico, y no encontró evidencia de desarrollo de tumores (2). Sin embargo, años más tarde el investigador Gary Ostrander de la Universidad de Hawaii, reportó el hallazgo de 42 tumores en especies de peces cartilaginosos, entre ellos tiburones (3). Entonces, ¿por qué es que Leur no observo los mismos resultados en sus experimentos? Leur solo uso un tipo de carcinógeno, mientras que los casos reportados por Ostrander comprenden especímenes salvajes que podrían haber estado expuestos a distintos tipos de carcinógenos. Además, el Museo Americano de Historia Natural nos dice que “las razones de la aparente baja incidencia [de cáncer] en tiburones no están necesariamente relacionadas a su alto contenido de cartílago, sino que simplemente se puede deber a la falta de investigación enfocada en cáncer en tiburones y otros peces relacionados” (4).
“Comer carne y/o cartílago de tiburón sirve para prevenir o combatir el cáncer”: FALSO. Este otro mito ha puesto en peligro varias especies de tiburones en el mundo. Luego de los experimentos de Brem, Folkman y Leur, en 1992 el Dr. William Lane publicó el libro “Los Tiburones No Enferman De Cancer: Como El Cartilago De Tiburon Puede Salvar Su Vida”. Este libro se convirtió rápidamente en un best-seller, y más adelante se publicaron resultados excepcionalmente buenos de un dudoso estudio clínico no aleatorizado en el que pacientes de cáncer eran tratados con cápsulas de cartílago de tiburón. Como era de esperarse, Lane inició un negocio de venta de cápsulas de cartílago de tiburón, el cual funciona hasta la fecha. Muchas otras compañías también empezaron a vender estas pastillas y los resultados han sido devastadores, poniendo en peligro de extinción a muchas especies de tiburones. Lo peor de todo es que estas pastillas no producen el efecto que proclaman. Al menos tres estudios clínicos aleatorizados aprobados por la FDA (Food and Drug Administration) demostraron que estas pastillas no curan o tratan el cáncer de ninguna forma (5, 6, 7). Es más, se presume que el ingerir estas pastillas podría ser perjudicial para la salud debido a que, al estar los tiburones en el tope de la cadena alimenticia sus cuerpos podrían tener una alta concentración de mercurio
“El sistema inmune de los tiburones los protege contra el cáncer”: TAL VEZ. Nuestro sistema inmune también nos protege contra el cáncer, ya que las células del sistema inmune están preparadas para reconocer células extrañas y eliminarlas, sin embargo, muchas veces las células cancerígenas pueden evadir estos mecanismos. Los tiburones tienen un sistema inmune excepcional, siendo el primer linaje evolutivo que ha desarrollado un sistema inmune adaptativo completo sin tener una medula ósea, la fuente de origen de la mayoría de nuestras células del sistema inmune. Actualmente, los científicos Michael Stanhope y Mahmood Shivji de la Universidad de Cornell, están viendo evidencia de adaptación evolutiva en ciertos genes del sistema inmune de los tiburones, los cuales podrían estar involucrados en la inmunidad contra el cáncer en humanos.
Referencias
Brem H, & Folkman J. (1975). Inhibition of tumor angiogenesis mediated by cartilage. J Exp Med (141), 427-439 DOI: 10.1084/jem.141.2.427
Luer CA, & Luer WH (1982). Acute and chronic exposure of nurse sharks to aflatoxin B1 Federal Proceedings, 41
Ostrander GK, Cheng KC, Wolf JC, & Wolfe MJ (2004). Shark cartilage, cancer and the growing threat of pseudoscience. Cancer research, 64 (23), 8485-91 PMID: 15574750
American Museum of Natural History (2001)
Miller DR, Anderson GT, Stark JJ, Granick JL, & Richardson D (1998). Phase I/II trial of the safety and efficacy of shark cartilage in the treatment of advanced cancer. Journal of clinical oncology : official journal of the American Society of Clinical Oncology, 16 (11), 3649-55 PMID: 9817287
Loprinzi CL, Levitt R, Barton DL, Sloan JA, Atherton PJ, Smith DJ, Dakhil SR, Moore DF Jr, Krook JE, Rowland KM Jr, Mazurczak MA, Berg AR, Kim GP, & North Central Cancer Treatment Group (2005). Evaluation of shark cartilage in patients with advanced cancer: a North Central Cancer Treatment Group trial. Cancer, 104 (1), 176-82 PMID: 15912493
Lu C, Lee JJ, Komaki R, Herbst RS, Feng L, Evans WK, Choy H, Desjardins P, Esparaz BT, Truong MT, Saxman S, Kelaghan J, Bleyer A, & Fisch MJ (2010). Chemoradiotherapy with or without AE-941 in stage III non-small cell lung cancer: a randomized phase III trial. Journal of the National Cancer Institute, 102 (12), 859-65 PMID: 20505152