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Jovanka Gencel

Cigarros electrónicos: ¿Una herramienta para dejar de fumar o un peligro no identificado?

Algunas personas piensan que cambiar el uso de cigarros convencionales por cigarros electrónicos puede ayudarles a lograr el difícil objetivo de dejar de fumar. En los últimos años el mercado de este producto ha crecido enormemente. Pero, ¿hay evidencia que respalde esta idea? No solo estos no serían eficaces para lograr dejar el hábito de fumar, sino que aparentemente, tendrían efectos secundarios muy perjudiciales.

Los cigarros electrónicos están disponibles en EE.UU. desde el año 2006, por lo que investigaciones en los riesgos a la salud que podrían traer son, todavía, muy limitadas. La FDA (Food and Drug Administration) comenzó a regular los cigarros electrónicos en el 2016 y NO los ha aprobado como una alternativa segura y efectiva para dejar de fumar, debido a falta de evidencia que soporte su uso para este propósito (1). Por el contrario, existe evidencia de dos meta-análisis de ensayos clínicos que han indicado que los cigarros electrónicos no son efectivos para ayudar a fumadores a dejar de fumar (2). Adicionalmente, el Centro de Control de Enfermedades (CDC- de sus siglas en inglés) reportó un incremento dramático en el uso de cigarros electrónicos en estudiantes de secundaria (3), generando la adaptación a este producto una mayor apertura al tabaquismo en adolescentes (4).


¿Cómo los componentes de los cigarros electrónicos podrían afectar a nuestra salud?


Los cigarros electrónicos están compuestos de 3 unidades: un elemento de calentamiento accionado por una batería; un cartucho o un tanque que contiene una solución hecha de propilenglicol, glicerina, nicotina, agua y saborizantes; y un atomizador, que vaporiza la solución cuando se calienta. A continuación, se resumen algunos de los efectos negativos sobre la salud de sus componentes:


- Nicotina: la contienen la mayoría de los cigarros electrónicos que se usan con la intención de lograr dejar de fumar. Esta contribuye a enfermedades cardiopulmonares, desórdenes neurodegenerativos y cáncer. Aunque está presente en menores niveles que en los cigarros normales, este “bajo” nivel de nicotina ya sobrepasa el límite potencialmente tóxico. En adolescentes, la nicotina afecta el desarrollo del cerebro y puede llevar a adicción a esta (5).

- Solventes: su descomposición térmica genera compuestos orgánicos, tales como la acroleína (a partir del glicerol/glicerina), la cual ha demostrado ser capaz de inducir enfermedad pulmonar obstructiva crónica (COPD-de sus siglas en inglés) (6). Además, muchos de los componentes identificados que se liberan en la vaporización son potenciales carcinógenos, incluyendo a metales tóxicos como el Cadmio, Cromio, Plomo, Manganeso y Níquel.

- Saborizantes: algunos de estos contienen aldehídos citotóxicos (que matan a las células), los cuales son reconocidos como irritantes primarios de los tejidos mucosos del tracto respiratorio (7). Un estudio reciente determinó que aquellos fluidos con sabor a canela estaban especialmente relacionados con citotoxicidad de fibroblastos pulmonares y células madre embrionarias de humanos y neurales de ratón (8).


Es importante destacar que estudios más recientes han proporcionado pruebas de que el estrés oxidativo puede mediar muchos de los efectos adversos de los cigarrillos electrónicos: inflamación exacerbada, citotoxicidad, autofagia alterada (dificultad para eliminar bacterias y virus), entre otros (9).


Entonces, ¿qué se podría hacer para dejar de fumar?


Existen muchos tratamientos que pueden ayudar a este objetivo, los cuales incluyen medicamentos [terapia de reemplazo de nicotina en forma de gomas de mascar, parches, inhaladores, etc.-, Bupropion, Vareniciclina (los cuales principalmente ablandan los síntomas de abstinencia)], así como asesorías. Sin embargo, muchos profesionales coinciden en que el primer paso es comprometerse a dejar de fumar y tener un plan a seguir: Fecha para dejar de fumar establecida, planes para lidiar con situaciones que generen deseo de fumar y una red de soporte (10).


¿Consejo de NoisyScience?


Debido a la cuestionable utilidad de los cigarros electrónicos cuando se trata de dejar el hábito de fumar, la mejor opción es evitar/no acostumbrarse a su uso; principalmente para aquellas personas en riesgo elevado de padecer enfermedades cardiopulmonares, desordenes neurodegenerativos y cáncer. Los cigarros electrónicos introducen nuevos agentes potencialmente tóxicos, cuya toxicidad todavía está pobremente entendida.


- Extraído de: Hua & Cheng (9)



Referencias:


1. American Society of Clinical Oncology (ASCO). 2017. Extraído de: Cancer.net http://www.cancer.net/navigating-cancer-care/prevention-and-healthy-living/stopping-tobacco-use-after-cancer-diagnosis/health-risks-e-cigarettes-smokeless-tobacco-and-waterpipes

2. Kalkhoran S., Glantz S.A. E-cigarettes and smoking cessation in real-world and clinical settings: a systematic review and meta-analysis. Lancet Respir. Med. 2016;4:116–128. (Epub 2016 Jan 14)

3. R.A. Arrazola, T. Singh, C.G. Corey, C.G. Husten, L.J. Neff, B.J., Apelberg, R.E. Bunnell, C.J. Choiniere, B.A. King, S. Cox, T. McAfee, R.S. Caraballo, Tobacco use among middle and high school students – United States, MMWR Morb Mortal Wkly Rep. 2015, 64, 2011–2014, pp. 381–5

4. Coleman B.N., Apelberg B.J., Ambrose B.K., Green K.M., Choiniere C.J., Bunnell R., King B.A. Association between electronic cigarette use and openness to cigarette smoking among US young adults. Nicotine Tob. Res. 2015;17:212–218. (Epub 2014 Nov 4)

5. D'Ruiz C.D., Graff D.W., Yan X.S. Nicotine delivery, tolerability and reduction of smoking urge in smokers following short-term use of one brand of electronic cigarettes. BMC Public Health. 2015;15:991

6. Moretto N., Volpi G., Pastore F., Facchinetti F. Acrolein effects in pulmonary cells: relevance to chronic obstructive pulmonary disease. Ann. N. Y. Acad. Sci. 2012;1259:39–46.

7. Khlystov A., Samburova V. Flavoring compounds dominate toxic aldehyde production during E-cigarette vaping. Environ. Sci. Technol. 2016;50:13080–13085. (Epub2016 Nov 8).

8. Bahl V., Lin S., Xu N., Davis B., Wang Y.H., Talbot P. Comparison of electronic cigarette refill fluid cytotoxicity using embryonic and adult models. Reprod. Toxicol. 2012;34:529–537. (Epub2012 Aug 20).

9. Cai, Hua, and Chen Wang. “Graphical Review: The Redox Dark Side of E-Cigarettes; Exposure to Oxidants and Public Health Concerns.” Redox Biology 13 (2017): 402–406. PMC. Web. 16 July 2017.

10. American Society of Clinical Oncology (ASCO). 2017. Extraído de: Cancer.net http://www.cancer.net/navigating-cancer-care/prevention-and-healthy-living/stopping-tobacco-use-after-cancer-diagnosis/how-quit-smoking-and-using-tobacco

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