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Maria Fernanda Senosain

Edición genética en embriones humanos para la eliminación de enfermedades congénitas: ¿Una realidad

Fig 1. Embriones humanos que tenían la mutación corregidos usando CRISPR, recién fertilizados (izquierda) y en una etapa posterior (derecha). H. Ma et al./Nature

Unas semanas atrás, se publicó un artículo en la revista Nature (1) sobre la primera modificación genética en embriones humanos en Estados Unidos. El investigador en biología reproductiva Shoukhrat Mitalipov y su equipo, utilizaron CRISPR-Cas9, una técnica que permite editar el ADN, para corregir una mutación causante de una enfermedad congénita en embriones humanos viables.


Mitalipov es un investigador principal en el Centro de Terapia Embrionaria Celular y Genética de la Universidad de Salud y Ciencia de Oregón. Él y sus colegas se dedican a investigar mutaciones que causan la mayoría de casos de cardiomiopatía hipertrófica. La cardiopatía hipertrófica es una condición que afecta a una de cada 500 personas en los Estados Unidos. Además, las mutaciones involucradas en esta enfermedad son por lo general dominantes, lo que significa que solo basta que una copia del gen este mutada para que la enfermedad se exprese, y por ende quien la hereda tiene un 50 por ciento de probabilidades de transmitirla a sus hijos.


Su más reciente estudio se enfocó en una mutación en el gen MYBPC3. Para esto, se generaron 58 embriones humanos a partir de espermatozoides de donantes portadores y de óvulos de donantes sanas. Luego se utilizó CRISPR para cortar la mutación del gen. Como vimos en un artículo anterior, la herramienta de edición genética guía a la enzima Cas-9 hacia el ADN y esta corta la molécula en el lugar preciso, en este caso, la mutación, y luego el ADN se repara a sí mismo y la mutación desaparece. Sin embargo, esta edición puede no ocurrir de igual manera para todos los embriones, generando “mosaicos”: embriones con algunas células corregidas y otras con la mutación no deseada. Para evitar esto, el equipo de Mitalipov desarrolló un nuevo método: insertar en el óvulo el espermatozoide y CRISPR al mismo tiempo en lugar de esperar hasta después de la fertilización para editar los genes. De esta forma, de los 58 embriones 42 fueron exitosamente editados y solo hubo un mosaico. Los embriones se desarrollaron hasta blastocitos, mostrando un desarrollo normal, y luego fueron destruidos.


La respuesta de la comunidad científica no se hizo esperar. El pasado lunes 28 de agosto, se publicó un artículo (2) en el servidor bioRxiv, en el que un grupo de reconocidos científicos en el campo de las células madre y genética cuestionaron que la mutación en el estudio de Mitalipov haya sido realmente reparada. Los autores mencionan que no hay un mecanismo biológico razonable que explique como una mutación genética en el espermatozoide puede ser corregida basándose en la versión del gen proveniente del óvulo. Es difícil concebir que pueda ocurrir recombinación entre los genomas parentales, ya que justo luego de la fertilización estos se encuentran en lugares opuestos del óvulo, una distancia celular enorme. Los autores opinan que es más probable que el equipo de Mitalipov en realidad no haya podido reparar la mutación, sino que CRISPR introdujo una gran deleción en el gen paternal, ocasionando que la célula intente reparar el daño uniendo el ADN, resultado que no fue evidenciado por usar los ensayos genéticos inadecuados. Otra posibilidad que señalaron los autores es que los embriones puriedon haber sido generados sin una contribución genética paternal, un proceso que se conoce como partenogénesis, esto debido a que en el estudio el genoma paternal estaba presente solo en 2 de cada 6 celulas madre embrionarias que obtuvieron a partir de los embriones genéticamente modificados.


A todo esto, Mitalipov respondió que este artículo crítico no provee ningún resultado y que, por el contrario, se funda en explicaciones alternativas de sus resultados basadas en pura especulación. Finalmente, Mitalipov señaló que piensa responder a las críticas punto por punto de manera formal en las próximas semanas.

Referencias

  1. Ma, H. et al. Nature. 2017;548(7668):413-419. Correction of a pathogenic gene mutation in human embryos.

  2. Egli, D. et al. Preprint at http://www.biorxiv.org/content/early/2017/08/28/181255 (2017).

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