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Carla Madueño

Un fresco verano con La Niña

“Hace calor, hace calor”

Quizás Andrés Calamaro no tenga razón este año.


En las últimas semanas se ha comentado bastante sobre las inusuales temperaturas bajas en la costa del Perú. La llegada del fenómeno La Niña tras dos eventos consecutivos de El Niño supone la contraparte climática más fresca para el verano del 2018. Se pronostican lluvias moderadas en la sierra y poca lluvia para la costa. Sin embargo, ¿Qué es la Niña? Cuáles son sus impactos climáticos? Y, ¿Debemos preocuparnos?


La Niña y El Niño: dos caras de un mismo ciclo

La Niña es uno de los dos eventos que conforman el ciclo natural del clima global denominado ENSO (por sus siglas en inglés) u “Oscilación del sur El Niño”. ENSO está caracterizado por dos fases: una fase cálida y húmeda llamada “el Niño” con un incremento en temperaturas en el océano pacífico ecuatorial; y una fase fría llamada “La Niña” con descenso en temperaturas ecuatoriales.


Durante el Niño los vientos alisios (1) soplan menos, y con menor intensidad, la temperatura de la superficie del mar aumenta, creando así una fase cálida. Durante la Niña, los vientos alisios soplan desde el Pacífico oeste hasta la costa sudamericana (este) con mayor fuerza y la temperatura de la superficie del océano Pacífico disminuye, creando así la fase fría.


La oscilación natural ENSO es clave para mantener el sistema climático global en equilibrio. Así, el Niño y la Niña regulan temperaturas globales y regímenes de lluvias.


¿Nos debe preocupar La Niña?

La Niña a nivel global traerá en primera línea enfriamiento de las aguas del Pacífico central. Para Perú, esto significa temperaturas inusualmente bajas para la costa. Hará poco brillo solar en costa central, con presencia eventual de neblinas costeras. Para la sierra sur y central se prevén lluvias intensas y nevadas en zonas altas de la sierra; y para la selva, descargas eléctricas.


A groso modo, para este año se pronostica un clima moderado, con un atenuado incremento del calor y pocas anomalías climáticas (a diferencia del devastador Niño Costero del 2017).


La Niña y El Niño: Un vistazo más

Si bien este verano 2018 hará poco calor, no debemos bajar la guardia en lo que respecta a nuestra conciencia y acción climática.

Cambio climático asevera los extremos climáticos de las oscilaciones del Niño y de la Niña. Con el aumento de la temperatura global debido a la contaminación y emisión de gases de efecto invernadero, el ciclo ENSO se altera y así cambian las corrientes de viento y agua en todo el mundo, causando desastres naturales, pérdidas millonarias y muerte de personas.

De nosotros depende minimizar el impacto humano sobre el medio ambiente y clima. La acción climática empieza con cada uno: con conciencia, con menos contaminación y más sostenibilidad, para el mantenimiento de ciclos climáticos vitales como el Niño y la Niña para la Tierra, y para nosotros mismos.


Referencias

(1) Vientos que soplan con regularidad dependiendo de la estación del año

(2) http://www.cpc.ncep.noaa.gov/products/analysis_monitoring/enso_advisory/ensodisc_Sp.shtml

(3) https://oceanservice.noaa.gov/facts/ninonina.html

(4) https://losandes.com.ar/article/view?slug=se-espera-un-verano-con-menos-tormentas-por-efecto-de-la-nina

(5) https://www.livescience.com/49572-la-nina-events-increase-climate-change.html


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