El sistema inmune en la lucha contra el cáncer
En una edición pasada hablamos sobre qué es el cáncer y cómo se puede originar. Sabemos que el cáncer no es una sola enfermedad, sino que dicho término comprende más de 200 enfermedades que se caracterizan por una proliferación celular descontrolada. Por lo tanto, cada cáncer es distinto y debe ser tratado de acuerdo a sus características específicas. Actualmente, uno de los tratamientos más prometedores, debido a su alta especificidad y pocos efectos secundarios, es la inmunoterapia.
La inmunoterapia contra el cáncer consiste en el uso del sistema inmune o de sus componentes para combatir la enfermedad. Nuestro sistema inmune es responsable de combatir infecciones y otras enfermedades que afectan al organismo. Por lo tanto, tiene la capacidad de detectar y destruir células anormales y prevenir el desarrollo del cáncer. Sin embargo, algunas células cancerígenas adquieren la habilidad de evadir estos mecanismos. En los últimos años, el campo de la inmunoterapia ha avanzado considerablemente, produciendo nuevos métodos que potencian la respuesta del sistema inmune. Estos pueden actuar estimulando la actividad de componentes específicos del sistema inmune, o contrarrestando las señales producidas por las células cancerígenas que suprimen la respuesta inmune.
Existen varios tipos de inmunoterapia. Algunos de ellos son:
Anticuerpos monoclonales: estos son anticuerpos hechos en el laboratorio, diseñados para actuar de manera muy específica. Por ejemplo, estos pueden unirse a proteínas en la superficie de células cancerígenas actuando como un señuelo que el sistema inmune reconoce para luego destruir dichas células.
Terapia de citoquinas: son proteínas producidas por células del sistema inmune, las cuales regulan la respuesta inmune y por lo tanto juegan un rol importante en la capacidad de respuesta del mismo frente al cáncer. Las citosinas más usadas en este tratamiento son los interferones y las interleucinas.
Terapia de células T: Las células T, también conocidas como linfocitos T, son parte del sistema inmune. En este tratamiento, las células T son tomadas del tumor y llevadas a un laboratorio, donde se aíslan aquellas que sean más activas contra el cáncer del paciente o también pueden ser modificadas genéticamente para hacerlas más efectivas en la destrucción de células cancerígenas. Posteriormente, se cultivan in vitro en grandes cantidades para finalmente ser reintroducidas en el cuerpo del paciente, donde se espera que busquen y destruyan a las células cancerígenas.
Vacunas: Las vacunas exponen al sistema inmune a un antígeno, una proteína capaz de activar una respuesta inmune. Esto hace que el sistema inmune reconozca y destruya dicha proteína y todo aquello relacionado con ella. Por lo tanto, si nuestro antígeno es una proteína específica de cierto tipo de cáncer, al aplicar la vacuna el sistema inmune va a poder reconocer y atacar estas células.
Actualmente, la inmunoterapia es usada para tratar varios tipos de cáncer. Sin embargo, aún queda mucho por conocer y la investigación en este campo sigue creciendo. Algunas de las áreas de investigación más novedosas buscan:
Entender por qué la inmunoterapia es efectiva en unos pacientes y no en otros con el mismo tipo de cáncer.
Expandir el uso de la inmunoterapia a más tipos de cáncer.
Incrementar su efectividad en combinación con otras terapias como quimio y radioterapia.
Referencias
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